lunes, 2 de enero de 2012

BUÑUELOS DE BERENJENA CON MERMELADA DE FRESA.

Me chifla este plato. Para mi, es un buen entrante.

Es uno de los platos estrella de mi mujer, Fany. Su madre pilló la receta del Karlos Arguiñano. Un día se me ocurrió aplastar con una cuchara un poco de mermela de fresa y dibujar el plato. Al mojar el primer buñuelo en la mermelada me soprendió lo equilibrado de la combinación: lo salado del buñuelo y el dulzor de la mermelada, lo frío y caliente.

La clave de este plato es conseguir que la mezcla antes del rebozado lleve la cantidad de harina justa, para que la berenjena quede cremosa en el interior y el buñuelo sepa a berejena con los toques salados del queso rayado.

Lo crunchy del rebozado también creo que es un factor esencial en el buñuelo.

DIFICULTAD: CHUPAO PERO CUIDADÍN CON LA HARINA. ;-)


INGREDIENTES (Para 4 amigos con ganas de picar algo antes del primer plato)

2 berenjenas grandecitas o 3 medianas.
2 huevos.
50 gramos de mantequilla.
2 o 3 cucharadas soperas de harina.
4 rayadas gruesas de queso parmesano.
Sal.

Pela las berenjenas y córtalas homogeneamente en cuadrados de unos 3 centímetros. Ya sabes que al cortar los productos de forma homogénea, a su vez, consigues un tiempo de cocción uniforme, ya que todo tarda lo mismo en llegar a su punto de cocción al tener el mismo tamaño.

Echa las berenjenas en una olla con agua caliente. LLévalas a ebullición. Hiérvelas unos cinco minutos y luego baja el fuego a media potencia y déjalas en un chuf chuf potente otros quince o veinte minutos. Compruébalo sacando un cuadrado de berenjena de la olla y aplastándolo con el tenedor, si no se hace puré con facilidad, todavía le faltan.

Cuando estén, retíralas a un chino y, con el tenedor, aplástalas con cariño, soltarán mucha agua. Las aplastas todas dejándolas puré. Vuélcalas en un bol.

Echa en el bol la mantequilla, siempre con el tenedor, con amor, mezcla hasta que las berenjenas absorvan la mantequilla. Echa tres pellizcos de sal. Raya el queso, cuatro o cinco pasadas con un rayador grueso. Remueve con lentitud y cuidado, que todo se vaya mezclando. Bate los dos huevos e incorpóralos. Mezcla con el tenedor.

Ahora llega el momento clave. Echa una cuchara colmada de harina y remueve. Cuando la mezcla se haya comido la harina, echa otra cuchara colmada y repite la operación. Aquí es el momento en el que nos podemos equivocar...decide cuánta harina más admite la mezcla antes de estropearlo todo. Algunas necesitan media más, otras una más...y otras ninguna más. Para mi el punto exacto es cuando la masa ya apenas contiede líquido, pero todavía tiene algo de líquido, sobre todo el huevo.

Deja reposar la masa un par de horas. Se endurece un poco. Quedando una crema espesa, pero no tan espesa como para moldearla. Si aplastamos, aún debe aparecer líquido dentro de ella.

Antes de freir, las vamos sacando del bol con una cuchara y con las manos formamos tortitas.

Las freímos en aceite muy caliente. Yo en este caso prefiero el aceite de girasol, que alcanza mayor temperatura y no aporta sabor al buñuelo.

Dibujamos el plato con mermelada de fresa.

Cogemos un buñuelo caliente, lo arrastramos por la mermelada y pa´dentro.

Mmmmm. De lujo. Cómo un señor.

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